
“UN SOLO SER”
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1. Introducción:
- Génesis 2: 24.
- Este texto encuadrado en el relato de la creación del Génesis constituye la institución o fundación del matrimonio, como unión de un hombre y una mujer para tener desde ese momento un “destino común”.
- En diferentes versiones se emplean estos términos:
a) Serán una sola carne
b) Se funden en un solo ser
c) Los dos se hacen uno sólo
- Aunque unas nos puedan parecer más o menos poéticas expresan una misma verdad, el deseo de Dios expresado en el matrimonio es que dos personas diferentes más o menos, llegado un momento de sus vidas deciden establecer una unión de implicaciones no sólo materiales y emocionales sino también espirituales.
- El reto del matrimonio en el plan original de Dios es que haya una unidad total entre esas dos personas.
- Sören Kierkegaard dijo: “El matrimonio es y seguirá siendo el viaje de descubrimiento más importante que el hombre pueda emprender.”
- Personalmente estoy absolutamente de acuerdo con esta afirmación. El matrimonio no es un destino en sí mismo sino el principio de un viaje, un proyecto, una aventura que hace a los que lo emprendemos: crecer, descubrir, madurar y desarrollarnos… ¿o no?
- Porque a pesar de estos grandes beneficios también hay muchos obstáculos que superar.
- Hoy en día la institución familiar y el matrimonio son foco de discusión permanente y está muy desvalorado en la sociedad, hay principios que son intrínsecos al matrimonio que no están de moda:
a) Amor: Más allá de las emociones como una decisión.
b) Entrega: Pensar en el otro más que en uno mismo.
c) Fidelidad: No cambiar de opinión pase lo que pase.
d) Ausencia de egoísmo.
e) Compromiso.
- Podemos concluir que el matrimonio es un reto para todas las personas que deciden emprenderlo y nosotros encontramos en la palabra de Dios las claves para poderlo superar como todas las cosas que conciernen a nuestra vida.
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2. Desarrollo:
2.1. Lugar de la mujer.
- Efesios 5: 21- 24.
- A menudo nos gustaría encontrar un relato más detallado con instrucciones para el matrimonio y no es tal porque para los destinatarios originales estos principios les eran muy comunes y no tenían ningún problema con ellos. No es así en nuestros días.
- En una primera lectura de estos versículos podemos caer en la tentación de que están pasados de modas, que Pablo era un misógino, etc.
- Pero no debemos caer en ese error sino escrutar la verdad bíblica con seriedad y extraer el principio aplicable a nosotros.
- Vs. 21: El sometimiento no es sólo cuestión de la mujer al hombre sino una actitud a desarrollar en todos nosotros en nuestras relaciones.
- Nuestro orgullo hace que nos revelemos contra eso. Hoy el sometimiento está en desuso total.
- Vs. 22: La mujer recibe el mandato bíblico de “someterse” al marido. Igual que lo debe hacer con Cristo. Aquí tenemos la primera clave: primero ha de haber sometimiento a Dios y sus enseñanzas y sólo después habrá un sometimiento bíblico al esposo.
- El término someterse en griego es “hupotasso” y quiere significar lo que ocurre en la formación de un ejército para poder desarrollar sus funciones bajo el mandato de un líder. Significa: obedecer, subordinarse, estar sujeto.
- En estos días se ha publicado un libro: “Cásate y sé sumisa” que ha generado mucha polémica porque habla del sentido tradicional de una mujer obediente sin levantar la voz y aceptando todo lo que dice el marido. Este no es el sentido del texto.
- Vs. 23 y 24: La analogía empleada para el marido es similar a la de Cristo y la iglesia. No es un marido caprichoso y egoísta que ordena y manda y lo explicaremos más en detalle a continuación.
- Al marido en el matrimonio se le exige mucho más que a la mujer. Eso Dios lo ha querido así porque nos conoce mejor al habernos creado Él.
- Cuando esto no se hace en los dos sentidos grandes problemas se generan y el propósito de la palabra de Dios es evitarnos esos problemas.
2.2. Lugar del marido.
- Efesios 5: 25- 31.
- Después de la lectura de estos versículos debéis estar de acuerdo conmigo es que la mayor responsabilidad cae en los hombros del marido y así debemos entenderla.
- Vs. 25: Amar a la mujer como Cristo amó a la iglesia. El ejemplo es el de Cristo que lo entregó todo para la felicidad y plenitud de la iglesia. ¿Qué mujer tendría problemas en someterse a un marido así?
- El marido que no ama así no puede exigir el sometimiento del que hemos hablado antes. Primero debe examinar ese “amor”.
- Vs. 28: Suponiendo que todos nos queremos mucho, debemos querer a la mujer como a nosotros mismos, nunca menos, ni después ni en segundo lugar.
- Vs. 31: Cuando todo esto anterior se cumple, entonces se llega a la plenitud de unidad que Dios desea en todos los matrimonios.
2.3. Lugar de la iglesia.
- También hay algo para todos los demás aquí presentes.
- De la misma forma que hemos participado y con gran alegría de la preparación de este evento, lo cuál ha sido objeto de satisfacción por parte de los novios y de mi mismo, nuestra labor como iglesia no termina aquí.
- Somos un cuerpo y la estabilidad de este matrimonio es también responsabilidad nuestra así que trabajemos para ayudarles a que ese “viaje” de descubrimiento les lleve a la “unidad perfecta” que Dios desea para ellos.
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3. Conclusión.
- Gálatas 3: 28. Dios nos ha unido en plena igualdad a través de su hijo Cristo.
- Efesios 5: 33. La mejor conclusión posible.
- Colosenses 3: 18 y 19. Exactamente lo mismo.
- En la medida en la que crezcamos en Dios y sigamos su palabra esa unidad también será plena y posible en el matrimonio.
- Oración.
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